Lupita Romero de Olvera, arraigada pachuqueña, celebra compartiendo el significado profundo de ser madre de Paco y Jorge y el invaluable papel de su propia madre en su vida. Tras vivir fuera de su ciudad natal durante siete años, Lupita expresa su alegría por volver a Pachuca y reencontrarse con sus raíces y la comunidad que tanto ama.
Ella describe la maternidad como una etapa “especialmente hermosa” que continúa evolucionando. Lupita ve a sus hijos, ahora jóvenes, como bendiciones que han sabido adaptarse a los desafíos y responsabilidades que conlleva ser parte de una familia prominente. Su rol como madre ha sido de apoyo, respeto y orientación, aunque reconoce que, con el tiempo, ha aprendido a respetar sus decisiones y puntos de vista independientes.
Los retos de la maternidad son diarios, dice Lupita, comparando la diversidad de sus hijos con los dedos de una mano: únicos en sus formas pero igualmente queridos. Su oración diaria es por su seguridad y por que mantengan un camino recto y justo, guiados por los valores que ella ha tratado de inculcar.
Siendo también hija, Lupita no olvida la influencia de su propia madre, a quien describe como una “luz diaria” y una guía fundamental en su formación como persona íntegra y respetuosa. La gratitud hacia su madre es profunda y se refleja en su compromiso de transmitir esos mismos valores a sus hijos.
En este especial, Lupita Romero de Olvera envía un mensaje de amor y gratitud a todas las madres, celebrando el amor incondicional y la alegría que representan Paco y Jorge en su vida, y extendiendo sus mejores deseos a todas las madres en su día.